¡Hola!. Mi nombre es Jesús Guirao, nacido y residente en Alcantarilla, una ciudad muy cercana a Murcia.
Si estás leyendo esto probablemente te habrás podido hacer una idea de cuál es la especialidad que domino y los servicios que pongo a tu disposición para ayudarte con tu proyecto web.
Estoy seguro que habrás pensado “Ya… Otro freelance más que ofrece servicios de posicionamiento SEO”.
Por eso quiero contarte brevemente mi historia, de dónde provengo y porqué me formé como consultor SEO para que tengas una visión más amplia sobre mí y sobre el modo en que mi ayuda podría serte de utilidad.
Antes de dedicarme a esto…
Para la gente de mi generación (nací en 1972) cuyos padres regentaban algún negocio, ha sido bastante común crecer entre juegos y ratos de tener que arrimar el hombro echando una mano dentro del negocio familiar.
A mí, desde bien joven, me tocó irme con mi padre durante las épocas de vacaciones a aprender el oficio de electricista y mecánico de coches.
El hecho de adquirir unas habilidades tan tempranas en el sector del automóvil, fue determinante para que me metiese a estudiar FP de Automoción.
He de decir que no duré mucho, ya que las enseñanzas que recibía estaban anticuadas unos 10-15 años con respecto a la realidad tecnológica del momento. Así que como sentía que estaba perdiendo el tiempo, dejé los estudios para trabajar en el taller de mi padre a tiempo completo.
A raíz de un problema de espalda que le imposibilitaba seguir ejerciendo su profesión, mi padre se vio obligado a dedicarse a otra cosa y el taller que durante tantos años había sacado adelante con mucho cariño y esfuerzo, tuvo que ser cerrado.
Aprovechando la experiencia que tenía como mecánico, una empresa que comercializaba todo tipo de productos para talleres de coches y que quería abrir mercado en Murcia, me dio la oportunidad de entrar a formar parte de su plantilla de vendedores.
Comencé así un nuevo e ilusionante reto dentro del mundo de las ventas.
Crisis, desempleo y nuevas oportunidades
Y llegó la crisis del 2008.
En esos años me encontraba vendiendo para otra empresa, en este caso de instalaciones de energías renovables, y nuestro principal sector objetivo era el de la construcción.
Al desmoronarse ese sector, el efecto dominó provocó que, como millones de compatriotas, acabara en las listas del paro.
Yo llevaba varios años casado, y por primera vez la economía familiar se resintió: Nuestra vivienda se veía en riesgo, no encontraba alternativas de trabajo viables, la convivencia en casa se iba deteriorando… Hasta que mi matrimonio colapsó y acabó en divorcio.
Me vi obligado a volver a casa de mis padres. Mi economía era muy precaria, las oportunidades laborales pocas y de malísima calidad (trabajos a comisión pura y dura), la desmotivación iba haciendo mella por momentos en mi ánimo y no terminaba de encontrar solución a mi problema.
Hasta que un día me fijé en un curso de creación de páginas web que me interesó bastante, porque a pesar de no tener ni idea del tema, siempre había tenido buenas aptitudes con la ofimática, y era un nuevo campo que deseaba explorar.
El curso era presencial y duraba 6 meses, pero la necesidad de trabajar me hacía dudar sobre si estudiar en ese momento o no. Fue mi padre quien me animó diciéndome: «Sé que es algo que te gusta. Hazlo y no te preocupes mientras».
Así que me formé como diseñador y desarrollador web y comencé a hacer mis primeros trabajos para negocios de mi zona.
Eso me animó a enterrar la idea de seguir echando currículums para trabajar para otros y centrarme en cuerpo y alma en desarrollar mi propio proyecto laboral, estrenándome por primera vez en mi vida como emprendedor.
Dejaba atrás entrevistas de trabajo tediosas e improductivas, participar en algunas estrategias de venta que no encajaban con mis valores y estar siempre a merced de las decisiones de mis empleadores.
Por primera vez en mucho tiempo, me hice con el control total de mi vida y conseguí ascender al nivel de persona empoderada.
Y el SEO se me reveló
Mientras iba especializándome en creación de sitios web (aún sigo haciéndolo), mis clientes me preguntaban «porqué no salían en Google».
Daban por hecho que tener una web era sinónimo de visibilidad inmediata, y se sentían frustrados al enfrentarse a la realidad de que hubiesen muchos otros competidores posicionados antes que ellos.
En ese momento fui consciente de que una web sin visibilidad en Google, es como tener una bonita tienda en un inmenso e inhóspito desierto.
Vi una gran oportunidad en la necesidad de mis clientes, y descubrí una nueva disciplina: El posicionamiento SEO.
De nuevo, comencé a formarme como consultor SEO desde cero y a especializarme cada vez más, hasta el punto de convertirse hoy día en mi actividad principal.
Qué he aprendido en este viaje
- Pasar por distintos sectores laborales es muy útil a la hora de desarrollar habilidades que, como si fuesen una navaja suiza, pueden servir para muchas y diferentes cosas en la vida.
- Considero la formación continua como algo fundamental. No solamente me hace saber más sobre mi oficio, sino que me sirve para ser más independiente, estar más preparado para futuras contingencias y en definitiva, ser más libre.
- La autoestima, la paciencia y la perseverancia son valores que me han hecho entender que todo requiere su tiempo, en especial cuando la vida te pone a prueba.
Definitivamente, se me ha quedado grabada a fuego la siguiente reflexión:
He sabido superar mis propios retos.
Por eso, estoy dispuesto ahora a ayudarte a superar los tuyos .
Algunas de mis aficciones
Música Rock
Metallica, Motorhead, Ramones, Barón Rojo, La Polla Records…
Son la banda sonora de mi vida.
Gym
Me gusta mandar en mi cuerpo.
Por eso lo moldeo a mi gusto.
Montañismo
Perderme de vez en cuando por las montañas y ascender a sus cumbres me sosiega el espíritu.
Lectura
Un pilar fundamental de mis formaciones son los libros.
Me encanta aprender con ellos.
Cámping
Irme a desconectar en plena naturaleza con mi caravana me renueva totalmente.
Series y pelis
Raro es que acabe el día sin ver alguna serie o peli antes irme a dormir.